Dibujando Rusia

Dibujos y bocetos de Iliá Repin

(1844-1930)

Nació ruso y murió finlandés, y no porque se cambiara de nacionalidad sino porque su región pasó a Finlandia antes de morir. Iliá Repin es uno de los más grandes pintores realistas que ha tenido este continente, pese a lo cual no es muy conocido fuera de sus fronteras, pero estudió entre los impresionistas franceses y rehusó formar parte de ese movimiento, como tantos otros artistas, para conservar la técnica magistralmente adquirida en su juventud, que le permitía mucho más que la simple captación de la luz.

Hoy os traemos una gran colección de dibujos y bocetos suyos, la mayoría al carbón, aunque también hay grafitos, acuarelas y hasta óleos, en los que se puede comprobar la pasión de este artista por las imágenes bien elaboradas y las preciosas ideas de composición y texturas que se saborean en muchas de sus grandes obras, a las que dedicaremos otros artículos.

Repin nació en la ciudad de Chuguev, en la gubernia de Járkov, (una gubernia es una unidad administrativa territorial en Rusia) en el centro de la región histórica de Ucrania Sloboda.

Su padre Yefim era militar, pero también era un colono que se dedicaba al cultivo de la tierra, aunque estando permanentemente obligado al deber militar. Iliá comienza a tener contacto con la pintura como aprendiz a la edad de trece años en el taller de un artista local dedicado a los iconos llamado Iván Bunakov.

Allí comienza a estudiar la técnica del retrato y de hecho llegó a ser el mejor retratista de su época, pronto veremos una inmensa colección suya de retratos. En 1866 se trasladó a San Petersburgo e ingresó en la Academia Imperial de las Artes.

Bueno, no es momento este de extenderse sobre la larga vida y enorme obra de este genio de la pintura, asuntos que como está dicho, retomaremos pronto, sino de disfrutar de la soltura de estos dibujos y bocetos salidos de la mano de un dibujante que fue de por libre durante toda su vida y que aunque conoció todas las reglas académicas de la pintura, lo hizo con intención de romperlas y rebasarlas, por lo que solo la contemplación de su obra es una enciclopedia de cómo podemos aprender a pintar.

¿Algo más difícil que un autoretrato a la acuarela?