El dibujo para inspirarse


La tumba del poeta

(la muerte de la lírica)

Pedro Sáenz Sáenz (1836-1927).
Óleo sobre lienzo.
93 x 157 cm.
1860-1900 aproximadamente.

A la muerte del poeta, la belleza se ahoga junto a su tumba, sin el velo de luto su llanto le oculta la cara bajo el cabello. Ha deshojado una flor mientras ha podido y ahora las musas se alejan de su presencia.

Esta obra de un pintor malagueño influído por los artistas del Art Nouveau francés y del modernismo catalán, representa un laudo a la lírica mediante un dibujo de una mujer, que encarna la belleza, junto a una lira, que significa la poesía, posando desnuda bajo el frontal del sarcófago del poeta, decorado con una procesión de musas, apenas dibujadas con pinceladas sueltas y amplias. Sin embargo, la chica, que oculta su rostro con sus cabellos y que tiene una rosa entre las manos, se resuelve mediante unas calidades de su carne muy trabajadas, igual que sucede con su cabello. Las hojas sueltas forman parte también del repertorio de símbolos que refuerzan el mensaje: son de tres tipos, las hojas del otoño para el ocaso, las flores de crisantemo para la muerte, las rosas para el amor.

El dibujo está firmado en dos ocasiones, en el mausoleo y en la esquina inferior derecha.

(Como siempre, pulsa sobre la imágen para verla en alta definición).

5 comentarios (+¿añadir los tuyos?)

  1. cristina
    Ene 21, 2011 @ 10:51:56

    Simplemente perfecto!
    Gracias

    • Juan Muro
      Ene 21, 2011 @ 19:22:11

      Gracias a tí, Cristina. Saber que estás ahí, leyendo y disfrutando ésto, es lo que me anima a seguir. Y seguro que lo mismo diría el pintor.

  2. Eladio
    Ene 21, 2011 @ 19:11:31

    Juan, hoy he recibido tres regalos de «El dibujante». Guardados como un tesoro, no los he abierto hasta el final del día, para disfrutarlos, con tranquilidad. Para leerlos despacio, al tiempo que amplío las fotos y escarbo en ellas. Si te fijas, los tres post tiene algo en común. El primero de ellos habla del proyecto de la creación de la casa de la ilustración en Londres. El segundo nos transporta a la infancia y nos hace revivir la emoción que suponía tener, junto a los amigos, tu mundo, tu propia casa. Casi siempre hecha de palos, ramas, cartones…, como en el cuadro. Y en el tercero, La muerte del poeta, encontramos la que será nuestra casa. Aunque ese traslado, lo dejaremos para el final. Por cierto, el cuadro lo desconocía y me ha encantado.
    Siempre la casa, nuestra casa. Como tu blog.
    Juan, gracias.

    • Juan Muro
      Ene 21, 2011 @ 19:21:04

      Sí, cierto, siempre la casa, el nido. Es más que necesario encontrar el equilibrio personal que te da el nido para poder hacer arte, así que ese concepto está detrás de otros dibujos que verás por aquí. Me alegro que te sugieran y te inspiren, para mí son, un poco, alimento del alma.

  3. javier
    Ene 21, 2011 @ 21:35:46

    impactante desolación
    la joven es el motivo del cuadro, por supuesto, con su actitud, y los simbolos
    nos narra una bella historia humana
    precioso cuadro